Hace unas semanas unos amigos míos me dijeron que iban a saltar a la fama, ya que iban a participar como extras en un anuncio de televisión que se rodaba en Valladolid. Las condiciones parecían muy buenas (teniendo tiempo, eso sí): trabajar de 19:00 horas a 7:00 horas durante tres días máximo, cobrando cada día 70 euros. Así que como en épocas cercanas a las vacaciones escolares de navidad se tiene más tiempo libre, decidieron apuntarse.
Hoy me he encontrado con la siguiente entrada de Patoroco: Mi primer casting II: engaños, coches y suecos… Ahí pude comprobar que los refranes que decían nuestras abuelas de «lo barato sale caro» o «no te van a dar duros a cuatro pesetas» se cumplen incluso hoy en día. Y es que cuanto más dinero tiene una empresa, más escasea en recursos (alquilar coches por 20 euros aprovechándose de los propietarios), más intenta engañar escondiéndose en la ley (miente a los propietarios no diciéndoles todo lo que va a ocurrir y cuando ocurren las desgracias no se quieren responsabilizar de nada al no haber contrato firmado) y más se aprovecha de gente trabajadora que pretende ganar algo de dinero para hacer más llevadera esta crisis de una forma relativamente fácil (les prometen más dinero del que luego les dan y no pueden reclamar al no tener nada firmado).
En resumen, en esta sociedad que estamos creando poco a poco cada vez hay que andar con más ojo y más alerta, ya que parece que todo el mundo intenta engañarte como puede para sacar el máximo beneficio personal a costa de los demás. Y lo bueno que tiene es que de golpes se aprende en la vida, y estos golpes son los que se enseñan a nuestros hijos, por lo que la gente poco honrada cada vez lo va a tener más complicado.