El otro día me encontré con esta noticia: el primer reproductor de MP3 se lanzó hace diez años. Se trata de un dispositivo coreano llamado MPMan F10 de la empresa Saehan Information Systems, que tenía una unidad flash con capacidad de 32 megabytes.
Cuando leo este tipo de noticias me doy cuenta de que ya no soy tan niño, que el tiempo pasa muy rápido. Parece como que el MP3, que tengo desde hace poco tiempo (relativamente), es un invento reciente y contemporáneo, pero ya tiene 10 años. Ahora tenemos reproductores MP3 milimétricos, incorporados en los móviles, en las radios de los coches…
Ocurre lo mismo cuando ves a esas personas que has visto nacer, que las has visto en la cuna del hospital, les has dado las papillas y los potitos cuando te dejaban… y ahora están ya dando temas de actualidad en la E.S.O. y te debaten cualquier tema como una persona adulta.
Tampoco es que me considere muy adulto con 21 años, pero haber vivido un cuarto de vida asusta. Y también asusta por las cosas buenas y malas que quedan por vivir, pero es un susto mezclado con curiosidad.