Me encuentro a unas horas antes del examen de Control Digital, una asignatura optativa de quinto de I.T.S. Informática que he cursado este año. Creo que es el momento más deprimente de toda mi vida, incluso más que cuando salí de mi primer examen de Cálculo a la media hora de entrar, con el examen en la mano y una pregunta a medio hacer.
Cuando pedí consejo sobre la asignatura a gente que ya había cursado el segundo ciclo, ninguno supo decirme si la asignatura era recomendable o no recomendable. Ahora entiendo el porqué: a nadie se le había ocurrido cogerla. Y lo entiendo, sobre todo si vienes de I.T. Informática de Gestión, donde has visto mucha economía y gestión de empresas y poca electrónica digital.
Durante el curso me sorprendía ver tanta ecuación, tanta integral, tanta transformada (aquí detallar que en las matemáticas I, II y III cursadas anteriormente, nunca vimos transformadas, por lo que era un concepto nuevo que sigo sin comprender), tantos conceptos nuevos y raros, etc. Yo, como hombre que nunca se rinde, seguí con ella: fui a todas las clases que podía, realicé todas las prácticas de laboratorio, presenté todas las memorias de las prácticas… vamos, que currada estaba la asignatura. Incluso creía que la llegaba a entender, todos esos conceptos extraños.
Pero la hora de la verdad ha llegado. Después de currármela, estudiarla y repasarla durante todo el curso, ahora a unas horas antes del examen, sigo con el repaso final. Y sigo con él porque de los tres exámenes ejemplo que nos dejó el profesor, a ninguno llego a cinco puntos mínimos exigidos con mis respuestas. Simplemente, no sé qué me está preguntando, no sé qué responder a las preguntas, no sé nada.
Ahora creo que esta asignatura no es lo que yo creía que iba a a ser, no es lo que esperaba, no cumplió con mis expectativas… vamos, que según mi humilde opinión es difícil, fea e incomprensible. Al menos para mis conocimientos previos en la materia.
Me presentaré por eso de «a ver si aparece la Virgen» y porque creo que rendirse es de cobardes, y los cobardes no tienen sitio en este planeta (ese consejo me lo dio mi madre en un momento difícil y siempre que le aplico, me va bien). Pero, sinceramente, no creo que apruebe, que llegue a los puntos mínimos exigidos.
La buena noticia: es optativa, por lo que entra dentro del grupo de las abandonables, lo cual quiere decir que al año que viene podría matricularme de otra asignatura optativa distinta sin problema alguno. Y esta vez sí que sólo cogeré aquellas asignaturas que me recomienden, aquellas que previamente otras personas marcaron como recomendables en su lista de preferencias, que aquellas que previamente me recomendaron, fueron buena elección.