Hoy he hecho una cosa de la que no me siento orgulloso. Sé que es estúpido hacer cosas de las que no te sientes orgulloso, pero hay momentos, situaciones y consejos que te llevan a hacerlas.
Como todos sabéis, he empezado a hacer prácticas como becario en Telefónica I+D. Sí, me han cogido (no sé si lo había comentado) y allí estoy con un horario rarísimo y pasándomelo bien, me gusta mi futuro profesional. Ana y Juanjo, mis responsables, son muy majos y se portan muy bien conmigo. Hay muy bien ambiente de trabajo y espero cumplir sus espectativas.
También sabéis que desde julio tenía asignado ya un Proyecto Fin de Carrera, la etapa final de los estudios de I.T. Informática de Gestión. Se trataba (y podéis intuir que es en pasado) de un proyecto para las Cortes de Castilla y León titulado como «Altos Cargos y Comparecencias». Lo estaba desarrollando con mi compañera Lara y teníamos como tutor a José Manuel Rodríguez. Lo que nos pasaba es que íbamos muy lentos, ya que a fecha de hoy, ya finales de noviembre, no teníamos apenas nada desarrollado. Quizás debido al tutor, que es imposible quedar con él, o quizás debido a que Lara y yo somos algo lentos o vagos a la hora de ponernos, pero el caso es que, tras cuatro meses, no llevar nada realizado, es un atraso.
El caso, y continuando con mi experiencia en TID (Telefónica Investigación y Desarrollo), es que el primer día me propusieron realizar el Proyecto Fin de Carrera allí, es decir, que todo el trabajo que hiciese para ellos, serviría para presentar como proyecto. Al principio dudé mucho, aunque la idea era muy atractiva, ya que el ahorro en horas de trabajo dedicadas al proyecto iba a ser importante, además de tener el apoyo de un equipo al completo de profesionales y una larga lista de documentación a la que consultar.
Como no tenía claro nada, decidí buscar opiniones en la gente de mi alrededor: familiares, amigos cercanos, amigos algo más lejanos… Todos me decían que iba a ser una verdadera putada dejar tirada a estas alturas a mi compañera de proyecto, Lara, a pesar de no haber avanzado apenas. Pero al final todos acababan por recomendarme que iba a ser lo mejor para mí, realizar el PFC (Proyecto Fin de Carrera) en Telefónica I+D, que iba a aprovechar mejor el tiempo, fundamentalmente. Quizás una de las opiniones que más influyó sobre mí fueron las de mis padres, esos que siempre quieren lo mejor para ti. Ambos me recomendaron que dejara el anterior proyecto e hiciera el nuevo en TID. Y les hice caso.
Y aquí viene la parte de la que no me siento orgulloso. Comunicar a una amiga con la que estás haciendo el proyecto que la dejas tirada en la estacada es muy complicado, sobre todo si quieres que no lo pase mal y seguir siendo amigos. Por supuesto, es imposible hacerlo de forma que no la siente mal, a mí mismamente me sentaría mal, pero también lo entendería. Hoy por fin me decidí a comunicárselo, y como esperaba, la ha sentado fatal, aunque también lo ha entendido (o eso creo, aún está muy reciente). Y es cuando he podido comprobar que estas cosas hacen que no te sientas orgulloso, ya que hacer daño a alguien a quien aprecias es muy complicado, pero hay situaciones, momentos y consejos que te obligan a hacerlo.
Sólo espero que esta decisión que he tomado acabe con buen pie, ya que es una de las decisiones que puede acarrear fatales consecuencias. El proyecto en TID aún está muy verde, todo parece muy bonito, pero hay probabilidad de que las cosas salgan mal. Espero que con Lara el mal rollo dure el tiempo razonable para que volvamos a estar casi, casi como antes. Y que finalmente ambos saquemos nuestros respectivos proyectos adelante, con buena nota y acabemos con el título oficial de I.T. Informática de Gestión.