Hoy tenía un problema: tenía el disco duro externo en una habitación y el ordenador fijo en otra al que quería instalar algunas cosillas. No podía mover el disco duro externo porque el cable de la luz está enredado con el resto de la maraña, así que me dispuse a buscar cables alargadores USB por la habitación y esto es lo que pasó…
Con tres cables extensores y el propio del disco duro externo, todos unidos uno a uno cutremente y… ¡FUNCIONÓ! Yo tenía mis dudas, porque tanta extensión nunca es buena en informática, que siempre origina fallos. Aquí un ejemplo de que sí que iba, y además con rapidez.
A veces alucino cómo una conexión a Internet más o menos decente no vaya (como ocurre en los Apartamentos Cardenal Mendoza) y una extensión a lo cutre con cables USB de un disco duro externo, que pueden ocurrir mil causas (cables USB poco compatibles, dañados…) pueda funcionar.