El otro día, en el Grupo de Investigación donde estoy haciendo la Tesis Doctoral, decidimos que todas las conexiones por Wi-Fi iban a seguir el protocolo 802.11n, para poder aprovechar hasta los 600 Mbps de transferencia que ofrece. Como el único que no tenía una tarjeta de red con este protocolo implementado era yo, decidimos actualizar mi portátil usando componentes de otros ordenadores que se estropearon. Por suerte, había dos tarjetas de red, la Intel Wireless WiFi Link 4965AGN y la Intel WiFi Link 5100 que valían para mi portátil, sustituyendo la Intel PRO/Wireless 3945ABG, por lo que nos pusimos manos a la obra.
Grata sorpresa nos llevamos cuando, tras instalar la una y la otra en la ranura del portátil y conectar las antenas, Windows 7 (de 64-bit) reconocía ambas, se descargaba e instalaba los controladores, pero no reconocía las redes inalámbricas. Tras averiguar qué estaba pasando, probamos con la herramienta de diagnóstico de Intel, que nos decía que «El hardware inalámbrico no está enlazado con el controlador de transporte», y el solucionador de problemas de Windows nos informaba que «Windows no pudo enlazar automáticamente la pila de protocolo IP al adaptador de red».
Dedicamos unas cuantas horas buscando una solución en el maravilloso Google, probamos todas, pero sólo hacía empeorase la situación. Finalmente, en algunos foros comentaban que los programas antivirus o de cortafuegos pueden dar problemas. Probamos a desactivarlos, e incluso a probar la instalación de las tarjetas de red en el modo a prueba de fallos, pero no funcionaba.
Finalmente, me decidí por desinstalar el cortafuegos ZoneAlarm Free Firewall y mágicamente aparecieron las redes inalámbricas en la herramienta de redes de Windows. Al parecer, el cortafuegos estaba impidiendo configurar correctamente las interfaces de red, que por una parte está bien, ya que su función es protegerlas, pero por otra… ¡podía advertir del bloqueo! Así, una vez ya instaladas, configuradas y actualizadas, procedí a volver a instalar el mismo software de cortafuegos (para seguir estando protegidos), y todo funciona como la seda.